Ante la escasez de productos en las tiendas (papel higiénico, cloro, etc.) y la imposibilidad de ir a comprar, COVID-19 tiene e-commerce en auge, ya que gran cantidad de consumidores se están cambiando a comprar on-line como una alternativa conveniente, cómoda y que ofrece mayor seguridad.
Podemos apreciar en esta tormenta, algunas tendencias emergentes en e-commerce con repercusiones técnicas desagradables. Algunos de los desafíos incluyen:
- Fluctuaciones del tráfico en línea
- Peak de tráfico en momentos no habituales del día o la semana
- Aumento en el número de pedidos abiertos o no finalizados
- Mayor número de órdenes que pasan a los sistemas back-end y que ponen a prueba la logística
¿Quién habría pensado hace unos meses que las máquinas para hacer pan serían una de las categorías de mayor aumento en las ventas, y que la ropa de boda o formal serían un recuerdo lejano en el 2020?
Las alzas impredecibles en el tráfico de e-commerce causa dolores de cabeza a los encargados del e-commerce, cuyo entusiasmo inicial por el aumento de las ventas ha sido reemplazado rápidamente por la preocupación en plataformas lentas o sin respuesta, porque repentinamente el Front-end no está disponible o falla la integración provocando que no se pueda acceder a los datos.
Mientras en el mundo aún no hay una vacuna para el Covid-19, sí hay soluciones para mejorar los problemas que experimenta el e-commerce.
Abordar los desafíos del e-commerce en tiempos de COVID-19
Cada aplicación de e-commerce ha sido calibrada para optimizar su rendimiento en función de parámetros previstos, esta etapa se hace durante la implementación inicial.
En general, estos parámetros incluyen la cantidad estimada de núcleos necesarios, umbral de rendimiento a solicitud (en milisegundos), y un número máximo de usuarios simultáneos para que la aplicación pueda gestionarse sin saturación.
Incluso con estimaciones precisas y correctamente probadas, los peaks de tráfico imprevistos pueden disminuir la velocidad de la plataforma más allá de lo recomendado de administrar el 95% de las solicitudes en menos de 200 milisegundos, y en el peor de los casos que se caiga la plataforma completamente.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
La respuesta es sorprendentemente simple: recalibrar y volver a probar la plataforma para que pueda soportar el tráfico como su nuevo normal, temporal o permanente. Muchos operadores de alta tecnología proporcionan servicios especializados. Te puedo escuchar diciendo: “Claro! ¿Un proyecto de TI más lento?” Pero los resultados valdrán la pena.
Tenga por seguro que los servicios diseñados para el testeo de rendimiento de e-commerce son muy eficientes y precisos, sin que se requieran complicados planes de proyectos o largas negociaciones comerciales.
Con frecuencia, en 2 o 3 semanas, un plan de pruebas diseñado específicamente nos permite simular tráficos altos e identificar la causa de los problemas, y así poder solucionarlos en algunos días. Estos servicios se pueden realizar de forma remota. Mis compañeros y yo trabajamos recientemente con clientes de Latinoamérica que tuvieron estos mismos problemas: tiendas de comestibles, distribuidores de repuestos, alimentos y farmacia.
Además, disponemos de información técnica adicional sobre este tema, incluso de forma gratuita a través de webinars o artículos sobre mejores prácticas.
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